Paralelo 35
Otra vez la pintura azulada del mar bajo la cuesta, las esquinas grises, la mirada de los viejos plátanos y de los viejos señores en las plazas. Las luces de la Avenida, el pasado que imagino, los fogones de calentados parches, el aire del sur que me golpea la cara, la tristeza y el orgullo. Estudiantes y veredas, mates y copas, barrios olvidados y pintados chiquilines. Escenas de un segundo hogar.