30 enero, 2010

Haiti

Há - ainda - um país pequenito e cálido onde o sol se exibe refletido no azul do mar. O vento - ainda - acaricia suas delicadas palmeiras de densas matas tropicais.
País teimoso que se fez pátria, a primeira da América Morena, terra negra destroçada fodida e abandonada pelo mesmo povo que guilhotinava seus tiranos.
Território da miséria e da dor, onde até a terra treme de medo e onde sobreviver é uma quimera.

29 enero, 2010

Tango de Dos Voces

A mi corazón le di un apodo
a mi corazón le llamo Camila
pero ¿cuánto cuesta, che,
por cuánto sale una Sofía?
¿Una tarde soleada?
yo te pregunto
pregunto por el amor - el sencillo
que a mi lado, como un hermano
ha llorado tantas noches

Porque ya lo he aprendido
cuando cae el maquillaje
y las ropas y las voces
se quedan mis dedos fríos
y tu cuerpo, mi refugio

¿Qué hago? Late mi pecho
y en tu cuerpo, el olvido
Mi loco amor - el corazón jodido
muere en mi pecho - no vale
esa noche, con vos, con él
silencio, silencio que besa tu boca
boca que llora - el amor
El amor perdido, podrido

Y hoy, por vos, mi amor olvidaría
olvidaría el mundo
¿Cuánto vale, pues, una Sofía?
(¿y una Camila?)
Nada más que nuestros versos vivos.

Uno de los temas nacidos entre las copas, puchos y pasos de Don Cabrera y yo.

19 enero, 2010

Me acuerdo del Club de la Serpiente, o de la Bívora, y del fernet barato con coca, además de otras cosas. Una pieza chiquita y oscura, alfombras, velas prendidas, almohadones y otras cosas blandas en (con) que acostarse. El gusto por cosas viejas, vinilos amontonados, media luz, piezas de reposición de toda clase, la voz nasal de un cantor de Brasil y un par de comentarios que me asquean.

14 enero, 2010

Aquellos aires

Un porro en San Telmo a las cuatro de la mañana. Un mate en la Plaza Lavalle. Un gotán oculto en Almagro y un partido de fútbol. Gardel y Calamaro borrachos cruzando Corrientes. Borges ciego caminando por Palermo. Cortázar tomando un cortado en el Café London. Los ladrillos de vidrio del Subte. 30000 voces calladas y empecinadas pancartas. Un paquete de Cruz de Malta. Una terraza y dos copas de vino mendocino. Genios y pelotudos. Las locas de la Plaza de Mayo y el derecho de decir. Arrabales y cuchillos, árboles y barrotes. La llanura. El riachuelo y las manzanas simétricas. El agua oscura del río-mar. Y ahora vos.

09 enero, 2010

Pereza

No trabajé en domingo,
aunque nunca fui Dios.
Ni del lunes al sábado
porque soy criatura perezosa:
me contenté con mirar las calles
donde trabajaban llorando
picapedreros, magistrados, hombres
con herramientas o con ministerios.

Cerré todos mis ojos de una vez
para no cumplir con mis deberes:
ésa es la cosa
me susurraba a mí mismo
con todas mis gargantas,
y con todas mis manos
acaricié soñando
las piernas femeninas que pasaban volando.

Luego bebí vino tinto de Chile
durante veinte días y diez noches.
Bebí ese vino color amaranto
que nos palpita y que desaparece
en tu garganta como un pez fluvial.

Debo agregar a este testimonio
que más tarde dormí, dormí, dormí
sin renegar de mi mala conducta
y sin remordimientos:
dormí tan bien como si lloviera
interminablemente
sobre todas las islas
de este mundo
agujereando con agua celeste
la caja de los sueños.

Pablo Neruda.

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