22 diciembre, 2013

Luz

Nossa amizade pousa suavemente
de sala em sala
de rua em rua

Ainda somos pequenos
Mas ainda nos achamos grandes
E às vezes quando junto nos vejo
Penso que somos mesmo

Fumando erva e cantando canções
Nos vimos e nos vemos crescer
Dividimos tédios
_                             transas
_                                           tristezas
gargalhadas na noite escura
nossa juventude frágil e pura

Desconfio que é pra coisas assim
que em algum instante
tão remoto quanto encantado
surgiu o que chamamos vida.

28 octubre, 2013

Tarjeta Postal

Estoy sentado adentro de una postal
mirando desde cerca todo es tan normal
la imagen más bonita que de una capital
impresa en la revista me dejó feliz
pero viendo desde cerca, yo admito, todo es tan normal
Compré un ala delta pa' intentar un vuelo
intenté, pero no pude, voy a intentar de nuevo
el problema es que no sé como subirme al cerro
y es preciso estar arriba para volar
No hallé ningún camino, ya 'ta escrito
voy a intentar de nuevo
Espero a mi cena abajo de la mesa
mirando aquí, callado, vino una certeza
que las piernas a mi lado van a envejecer
los zapatos que ellas visten perderán barniz
la carne dura menos que cualquier madera


Alexandre Kumpinski / Felipe Zancanaro,
versión mía.

21 octubre, 2013

Então decidi e disse: Vou lhe mandar uma carta e minha desforra vai ser que na carta vou mandar dizer que no dia em que eu morrer só se a Guarda me destroçar o rosto à bala vou deixar de rir e que o riso que ela verá no jornal não é dela, e que saiba e tenha a certeza que esse sorriso do homem-protesto, que esse sorriso do homem-moral, do homem-consequência, do homem-amor, que esse sorriso do homem da montanha, que esse sorriso do sandinista, antes de morrer, já não lhe pertence.

La montaña es algo más que una inmensa estepa verde, de Omar Cabezas.

03 diciembre, 2012

Metade norte do coração

Da serração mágica que são as minhas memórias de infância saem às vezes manhãs de inverno num colégio do Parque dos Maias, um churrasco de família no Humaitá, em 1992, uma cirurgia de amígdalas no Hospital Conceição que o então piá de quatro anos nem chegou a perceber. Desse mesmo baú de recuerdos resgato a gurizada brincando na rua, o periquito enterrado no pátio da minha casa, o velório do meu avô morto prematuramente no Hospital Cristo Redentor, a poucas quadras do lugar onde eu nasci. Talvez porque o chão que mais pisei na vida e também o céu que mais me tapou de sóis e chuvas tenham sido estes é que esta parte da cidade é o lugar onde a palavra lar mais me faz sentido, esta metade de Porto Alegre que é bem mais que uma metade.

A Zona Norte desta capital, que deu os braços fortes que pariram a indústria do Rio Grande e que abriu caminho para a expansão demográfica e econômica da cidade, foge sem dúvida do perfil de lugar que figura em guias turísticos, inclusive dos próprios guias porto-alegrenses. Mas justiça seja feita: o que falta não são encantos nesta parte da cidade, falta é sensibilidade para que se veja a beleza destas planícies onde se assentam imensos bairros residenciais que seguem tranquilamente seu caminho sob o olhar atento e solitário do Morro Santana, o mais alto de Porto Alegre, com seus mil hectares de verde puro e silencioso, tão próximos e tão distantes do concreto. Quem vê apenas o gris da Assis Brasil ou o descampado da Sertório com certeza tem motivos para não se admirar com estes pagos nortistas, mas me parece lógico pensar que por mais distraído que seja o estrangeiro-visitante não lhe deveria ser difícil imaginar a calmaria das vizinhanças interiores, a infinidade de praças e ruas de pedra que existem entre as grandes avenidas, que podem ser contadas nos dedos das mãos.

Esta região de relevo suave e bairros mais jovens que meus avós abre-se também para os trabalhadores da Região Metropolitana, que diariamente dão vigor e mão-de-obra à metrópole-mãe. A Zona Norte é caminho cotidiano de milhares de canoenses, alvoradenses, gravataienses e outros tantos enses que por aqui passam em busca do sustento, revelando ainda mais a vocação democrática desta porção acolhedora de Porto Alegre.

E itens não faltariam nesta lista de qualidades que a Zona Norte possui e geralmente sonega aos desavisados, mas o espaço deste texto termina e me interessa mais o tranquilo descanso familiar neste meu Jardim Planalto, onde o barulho mais frequente é o das folhas balançadas pelo vento.


(In Tabaré #3, seção Meio a Meio, julho de 2011).

20 noviembre, 2012

Vías argentinas

Viejo tren de Tercer Mundo, viajo en un tren de Tercer Mundo: lombriz de acero y polvo, traeme la lejanía de este país bebé, violá con tu ruido metálico los arrabales de cartón y siglo, aunque te tiren piedras los niños mocosos de la patria y sobre todo los gobiernos saqueadores de la misma.
Que largos son los pasillos de los trenes, entre asiento y equipaje, vagón y clase, hay un espacio tan grande que para los chiquilines es un mundo, por donde caminan excitados, impacientes, buscándose y buscándonos con la mirada, mientras la gente grande duerme si puede, come, espera el destino como siempre, viajando menos de lo que debería, menos que sus cuerpos sobre la llanura del continente, inquietos con ese ínfimo tramo de vida improductivo.

Huele a mate este viaje, aunque también a sudor, café y campo. También a tabaco si no viene el guardia, a porro si nos convida algún pasajero amigo, uno de esos capaces de oler la juventud que flota entre tanta cosa vieja, quizás uno de esos sin un mango para desayunar en el restorán del tren, uno de esos magnates de tiempo y bichicomes de plata, jóvenes de tantas edades con poesía en los ojos.
Viajar es moverse: en la geografía y sobre todo en las entrañas. Es decir, un atardecer que te tiemble el alma, la mirada de la multitud del Centro, gente alegre si es viernes, o el primer diálogo con un desconocido, siempre un abismo, un océano de cosas nuevas. Qué nos importa saber con precisión el destino o el techo, hay que explotar de gustos la boca, respirar por los poros si es preciso.
Es este tren mucho más que una promesa de llegada, porque viajar es moverse, y moverse es mover el mundo. 

07 mayo, 2012

Apátrida

extraño los paisajes de nuestro país
sus fronteras mañana sus cascadas tibias
las grandes banderas de risa
su niebla de sueño y su pereza nacional

paseo mis ojos por la partitura de nuestro himno
sin gesto solemne, yo digo paseo
patriota de todo eso apenas
himno buen día himno te quiero

hay algo de mí que dice exilio
y aunque pudiera ser peor
porque metáfora y porque ordinario
todos los destierros son dignos
de algo que no sabemos qué es.


04 mayo, 2012

Por suerte no me verá nunca en pijama, o sea con mi peor remera y un pantalón viejo de colegio, ni llegará a conocer mis papás en una noche rutiordinadia de miércoles, cosas que por supuesto enamoran, trocitos desprentensiosos del cotidiano de uno que por ahi se te pegan al alma. Por suerte tampoco existirá el amor casi silencioso, el gemido reprimido de un orgasmo de casa compartida, de hermano que duerme (ojalá duerma!) en la cama de al lado, ni mucho menos la espera aburrida seis de la tarde en la puerta de mi trabajo, zapatos mojados o tránsito insolente, humo, grito, apuro, previa de noches dulces pero perfectamente previsibles y repetibles. Qué afortunados sin cumpleaños qué le compro de regalo, sin estúpidos planes para el futuro, sentirse vacíos de celos y noches de llanto, libres por fin de las dedicatorias cursis en los libros. Por suerte, y qué tranquilidad, no sabrá nunca donde están mis examores y mis vicios, mis lugares secretos en las ciudades que quiero, la lejanía profunda de mi niñez tragada por las dunas. Qué suerte, carajo, qué dádiva verse sereno y prudente, seguro y correcto, qué gran suerte, carajo, y qué macana.

28 junio, 2011

Singular

Entretenido con un dolor que hice cotidiano, rutinario no como un amigo, como un jefe de oficina. En las palabras que cargo en estos años de juventud viva y herida, entre las banderas rojas que suelo alzar, en medio a los poemas que pienso escribir, tengo su nombre de mar, también entre los dedos, su voz no de cantante, su perfil no de diosa, todo lo que pude llevar, guardado. Pasado es el tiempo que por fin aprendí a conjugar, tiempo de la alegría o del orgasmo pleno, como quieras. Futuro, como casi siempre un gran fantasma, grandísimo hijo de puta que nos ilusiona y nos salva con eventuales ademanes de esperanza. Pero el presente - si no fuera por mi persistente optimismo - una mierda. Si no fuera sería.

Pero a nosotros los inquietos la vida suele inundarnos de vida, de horror y maravilla, de amores y tránsitos y pérdidas y cambios. Este ritmo que buscamos y que nos llena y que a veces nos desborda, esa cantidad de acontecimientos (per modo di dire), esa velocidad increíble nos marca muy hondo, nos seduce y enorgullece. Y resumiendo, hay momentos como éste, cuando se amontonan las posibilidades de lecho, de techo, de pecho, posibilidades, en fin, posibilidades que a veces no importan por ser imposible o casi lo que realmente importaría, sin plural.

09 mayo, 2011

Silhueta

Desta janela do Quarto Distrito avistam-se duas torres. A mais alta delas, dum verde-escurecido em Art Decó, tem no topo uma imagem branca e inexpressiva de São Geraldo, que apesar da palidez eterna acena simpaticamente com a mão direita, saudando talvez o gris da Avenida Farrapos ou o silêncio profundo do bairro Navegantes. A outra torre, mais esguia e avistável em outras ruas desta cidade, é cabeçuda como um microfone, e balança seguindo os humores e rumores do vento. Sua base bebe a água filtrada pelos paralelepípedos, seu corpo fino é fibrosamente frágil e seu topo melenudo é até um exagero de tanta beleza, principalmente se contrastado com esse céu laranja ou vermelho ou sabe-se lá que cor, esse céu que nasce no leito do rio e se põe bem no fundo da minha alma. Dizem que é uma palmeira-da-califórnia, mas a verdade é que ela é tão porto-alegrense quanto eu.

25 marzo, 2011

El barrio vive

Hay acordes de tambores bajo el negro cielo, negro baile de la calle, el barrio lindo y perdido casi duerme. La Teja que nos protege, del aburrimiento y la soledad, con sus brindis que acarician charlas - en la noche tibia que llenamos de risa y confesiones. Como método urbano siempre he elegido la caminata simple y casual, casi sin rumbo, en busca de la mirada de la gente, de la sorpresa, de las puertas abiertas con largos pasillos sombreados, de las fachadas anacrónicas. En esta ciudad y en la mía - y muchas veces en otras - los encontré en tantas ocasiones que llegué a comprender el significado de palabra hogar. Porque todas las calles ofrecen vida vida vida, cada árbol tiene su historia llena de estaciones y tormentas, cada morochita guarda mis ojos y mi imaginación. Por eso camino y caminaré, en esta plaza y en todas, lamentando olvidos y olvidando lamentos, preguntando a las veredas, al cielo, a los carteles y al tiempo: qué mano te consuela del presente, barrio, qué abrigo corta tu viento de julio, dónde está tu juventud y tu siesta larga, camino del Cerro? camino del Centro?

25 febrero, 2011

Murmullos

hay luna sangrante sobre vaivén de mar
y mientras camino lento por el frío oscuro
de esta noche que dicen es de verano
no queda más que mis dos océanos

el atlántico murmullante y el de adentro
también violento doloroso lindo - de pensamientos
hondos como ese mar - el de sal peces naufragios

hay luna sangrante sobre un mar de plomo
también una falta - por supuesto inmensa.

Valizas, 22/02

12 febrero, 2011

después de antes

me golpean con noticias tuyas
los amigos comunes
que bah de comunes tienen poco

me van contando ellos
de tus nuevos planes / viejos rencores
hasta que al fin me doy por vencido
y dejo de escuchar las nuevas

confiado sordo acordándome
de la ternura toda
enorme
linda
que hasta algún día supiste tener

06 diciembre, 2010

Bagagem

Levo olhos tamanho-mundo, ânsia de caminhos, noites aqui e ali, rumor de passos e prosas, porque andando e falando se chega, chegou-se. Chuva de risos, alegria de um povo, voo de notas que dançam sem saber, verbos quase-confidências, quase-carícias, saboreados sem pressa, sem mais, saboreados, apenas. Ali no espaço nobre da cidade, entre as ruas modestas da península, eternas de tanta tranquilidade, tanta folha que voa pelas calçadas, tanto ano soprado entre os braços do rio, ali onde um dia me encontrei nesta e desta cidade, verdegris, santa e puta.

12 noviembre, 2010

Mestres

Dedico estas linhas humildes aos respeitados senhores da palavra impressa, aos atentos fiscalizadores do poder e instigadores incansáveis do senso crítico. Ofereço minha gratidão a esses homens e mulheres inabaláveis que dia a dia, linha a linha, escrevem nos bons jornais o que o povo se acostumou a ler. Obrigado, Tulio Milman! Muchas gracias, Lasier, Ana Amélia e assemelhados! Agradeço a cada página pela lição diária que os senhores transmitem, ensinando de forma magistral como não fazer jornalismo.

03 noviembre, 2010

Boemia e burguesia: uma noite na Padre Chagas

"Que pinta tem essa gente!", confirmo logo na chegada à rua dos bares mais rai soçaite de Porto Alegre, território de grifes e vitrines elegantes, de automóveis reluzentes, de arquitetura harmônica. São nove horas da noite de sexta-feira e alcanço contente os altos do bairro Moinhos de Vento, tradicional, rico, bonito. Meu destino óbvio, tratando-se de buscar a área boêmia daquela vizinhança, é a rua Padre Chagas, que homenageia em suas placas um monge farroupilha que nem em seus mais delirantes sonhos imaginaria a região - outrora afastada do perímetro urbano - agitada e com a alcunha informal de Calçada da Fama.

Antes de pisar o pavimento elegante da Padre Chagas meus pés haviam cruzado os caminhos sombrios da Avenida Farrapos, tão próxima e tão distante, afundada na decadência de sua Art Decó em estado crítico de conservação, nas suas atividades comerciais inglórias e na fumaça dos carros que a todas as suas cores oprime. Atravessei também as poucas quadras da Floresta que separam a avenida do Moinhos de Vento, serena e vigilantemente pousado sobre o cerro Ricaldone, pequena colina onde se assentaram primitivamente os moinhos açorianos a moer o trigo que foi a gênese do bairro. A empinada lomba da Rua Félix da Cunha não havia sido severa o bastante para conter meus passos e minha determinação jornalística.

É o Mullingan, bar de declarada inspiração irlandesa, o ponto de partida da minha noite entre os abastados. O cardápio vem logo avisando, em inglês, que a vida é curta demais para que se beba cerveja barata. E eles seguem a filosofia à risca, cobrando no mínimo 10 reais pelo chope. Já a cerveja mais cara, servida em um copo modesto que acomoda pouco mais de 300 mililitros, custa 55 reais. É também no Mullingan que o garçon Vagner Esteves, 29 anos, me conta a rotina de trabalho do pub. Morador de Ipanema, Vagner se desloca cinco vezes por semana rumo à Padre Chagas, onde trabalha há 3 anos e meio, incluídos alguns períodos de ausência, em que trabalhou em outros bares. O funcionário elogia a política de pagamento praticada pelos chefes, que além do salário ínfimo de 500 reais proporciona, pela jornada de mais de 8 horas cumprida à noite, comissões que alcançam a marca surpreendente de 2000 reais mensais. O montante de 2500 reais obtido a cada mês é até 3 vezes maior que em outros bares, o que explica a longevidade do rapaz no emprego. Sobre a clientela, Vagner comenta que apesar da pose generalizada dos freqüentadores não há como se definir um padrão de comportamento, pois "alguns têm um monte de dinheiro e te tratam muito bem, enquanto outros não têm nada e te tratam mal". A estupidez e a arrogância, pensei, não tem classe social nem lar, dá o ar de sua graça nos mais variados lugares, indiscriminadamente.

Quando indagado sobre possíveis sucedidos excêntricos no bar, o garçom responde que além de uma e outra extravagância eventual motivada pelo álcool, como discussões de namorados com direito a plateia ou visitantes europeus com leves tendências nudistas, pouco acontece de memorável no comportado ambiente. Nostálgico, penso nas infinitas noites da Cidade Baixa, carro-chefe da boemia porto-alegrense, onde o imprevisto é regra e a surpresa teima em brindar seus assíduos, com a beleza ou horror da vida ao ar livre, sem amortecedores.

Já satisfeito com meu litro de Guinness - cerveja irlandesa tão antiga quanto Porto Alegre - pago a conta com tristeza e saio às ruas. O movimento ainda não é intenso, apesar de o relógio marcar as dez horas de uma noite de sexta, horário boêmio por vocação nesta cidade. Caminho em direção à extremidade oposta da pequena rua, a três quadras dali. No curto trajeto voltam a tocar meus olhos as imagens
de vitrines iluminadas, carros luxuosos, gente sentada em bares confortáveis e caríssimos, jacarandás preparando sua festa primaveril. Confiro os preços de um bar acolhedor, com mesas na calçada. A música ambiente, a decoração à meia-luz, o atendimento servil e os quitutes aparentemente saborosos do lugar custam muitas horas do meu trabalho, tempo que não me dispus a sacrificar por tão pouca interação, tão ínfima possibilidade de aventura. Sigo adiante e o neon das placas de um clube golpeia-me a vista. Atento e esperançoso, detenho-me. Há uma escada que conduz ao piso superior, donde vem a música que escuto, sem prazer, mas animado. Entre os degraus e a escada, porém, estão prostrados dois enormes obstáculos: uma tabela de preços e um segurança antipático e inquieto com minha hesitação frente à porta. Resignado, executo outro par de passos. Vejo gente moderninha portando taças de espumante frente a uma loja aberta de eletrônicos. Seria uma inauguração? Poderia eu por fim emborrachar-me? Misturo-me ao grupo, simulando intimidade com o ambiente, e vejo que a festa começa seu ocaso. Guardam-se cadeiras e garrafas vazias. Guardo eu minhas intenções alcoólicas e parto rumo ao fim da rua e da noite na Padre Chagas. Pensando na madrugada e nos encantos da Avenida Independência, caminho em direção a bares mais familiares e acessíveis e dou por finda minha jornada no Moinhos de Vento, satisfeito ao menos com a observação realizada e com a boa cerveja negra que ainda acaricia minhas papilas gustativas.

29 octubre, 2010

Gente y sol

cargados con ganas risas sed
tiernos, increíblemente, y armónicos
tras el goce y la cerveza bajo el sol
tras el vaso primero / con gusto disfrutado
entre manos que tocaron manos
y versos dichos que por las calles caminaron

bajo chaparrón de luz y cielo
metidos en lo más hondo de la tarde
haciendo nuestro el paisaje urbano
de vereda gente bar hoja primavera
de calma y movimiento, mandados y tabaco
construyendo poemas de vida sin papel
militantes del pueblo haciendo el humor
sobre el lecho de flores de la calle.

17 octubre, 2010

Hoja seca soplada

Hermosura de barrio de ayer, de calle adoquinada, llana, oscura. Edificios viejos hasta el límite, paredes sin pintura, sin revoque, fábricas ahora silenciosas, casas tristes, vacías, donde la vida sólo existe en yuyos e insectos y ratas. Sombras de árboles mutilados, troncos gruesos y ramas débiles. Perros anarquistas, mugre, silencio, gente. Tristes muchachas semidesnudas que esperan la vida en la esquina, acariciando con miradas los autos, pocos, que crepitan la piedra de la calle. Gente. Caminando sin rumbo por el simple placer de ver cosas, lindas, feas, por el placer de sentir la vida, el horror, la maravilla. Caminando despacio entre sombras y luces amarillas de faroles cansados, arrastrándose con gusto entre bufandas de viento, sobre el olor de la noche, metida en escenas olvidadas de esta ciudad.

23 septiembre, 2010

Infierno por infierno, prefiero el de la frontera.

Lá onde o rio Quaraí abraça o Uruguay cortando o verde da planura existe um povo. Dois rios, três cidades, três países. Um povo. É no paralelo 30 (familiar, porto-alegrenses?) onde se encontram a Argentina, o Rio Grande e a República Oriental, cada qual representado por sua pequena cidade. A que primeiro me recebeu foi a Barra do Quaraí, o lado rio-grandense dessa tripla moeda fronteiriça. O município é ainda debutante, desmembrado de Uruguaiana em 1995, e concentra nas 15 quadras de sua sede parte da população de uns 3500 habitantes. Não há engarrafamentos.
Minha jornada no coração do Pampa começara, na primeira hora da manhã, em Uruguaiana e na vizinha Paso de los Libres, onde o câmbio monetário me mostrou que a vida é boa. Eu e meus dois valorosos companheiros (companheiro e companheira) de viagem fomos sábios ao prever a falta de opções comerciais da Tríplice Fronteira, carregando precavidamente nossas mochilas com vinho mendocino comprado a 5 pila. (Nota: em Porto Alegre o único vinho com garrafa de vidro por esse preço é o Chalise, cuja única qualidade é causar graça). Munidos da bebida que nos ajudaria a esquecer nossa sede, do mate que nos aqueceria a goela e as mãos, do tabaco que nos disfarçaria os suspiros e da boa erva que nos faria esquecer todo o resto, saímos sacolejantes em direção ao sul. O ônibus era velho; o vinho, bom; a paisagem, serena. Uma hora e meia de campo e chega-se à Barra, onde nos recebe o mais medonho dos monumentos, dedicado ao Peão do Saladeiro (ou charqueada), tipo humano formador da economia regional. O frio de 5 graus se abraçava ao vento e à garoa, e juntos bailavam açoitando o que ainda podíamos sentir dos nossos corpos. Até para um afeito à estação invernal como eu a tarde se mostrava impiedosa. Como diria Don Mario Benedetti: fue preciso meterse en un boliche. O bolicho em questão era um restaurante digamos, modesto, uma das milhares de opções gastronômicas que encontramos. Nossa escolha pelo lugar, vizinho ao monumento do Peão (que, aliás, é misteriosamente vermelho), deveu-se provavelmente à decoração acolhedora do ambiente. O prato do dia, possivelmente de todos os dias do ano, era o assado. Bom churrasco fronteiriço que nos devolveu a alegria e a calma perdidas após tanto jejum.
Depois do almoço era hora de fazer turismo. Fortes, aguerridos e bravos saímos cortando o frio e a chuva, e não há bairro que não tenha sido visto nem ponto turístico que não tenha sido admirado. Percorrido todo o povo, o que tardou aproxidamente 19 minutos, só havia uma coisa a ser feita: fumar. E é nesse decisivo momento que meu amigo Peixuxa me relata entre envergonhado e triste: - perdi a seda. Embora desapontados partimos rumo ao armazém mais próximo (leia-se o único aberto) esperançosos de que o velho costume da Fronteira Oeste de fumar tabaco de rolo nos facilitasse a tarefa. É no balcão do bolicho que somos apresentados aos mais bagaceiros cigarros já vistos pelo homem (e pela mulher), confeccionados provavelmente por eunucos norte-coreanos (é a cousa mais misteriosa que me ocorre). O regozijo só não foi maior do que aquele que sentimos ao ver o papel de seda que nos alcançava o bolicheiro: sentimos saudade da velha Rei do Oriente, única marca à venda na Vila Planetário, muito apropriada para o Origami. E apenas para isso. Apesar dos percalços do caminho, enfim, fumamos. A fumaça aquecia-nos os pulmões e a chuva seguia seu fluxo constante. Decidimos, serenos, que era hora de cruzar a línea. Embarcamos no primeiro ônibus disponível, mergulhados no portunhol do povo que nos acompanhava e decepcionados com as janelas imundas que nos sonegavam a vista esplêndida do rio Quaraí, que cruzávamos.
Logo ali estava Bella Unión, cidade mais setentrional do Uruguay e lar de 12000 almas norteñas. Depois do desastre arquitetônico da irmã rio-grandense (que nem por isso deixou de agradar-me) chegar à vizinha foi de certa forma um consolo para os olhos. Bella Unión encanta com sua simplicidade de casas antigas e pracinha central, muito ao estilo do Paisito. Nosso objetivo maior era cruzar o imponente rio Uruguay para chegar ao terceiro ponto daquela fronteira, a argentina Monte Caseros. Nosso intento frustrou-se, no entanto, pois dada a ausência de uma ponte entre as duas cidades, seria necessário valer-nos do transporte fluvial, mais exigente em relação ao controle migratório. O leitor se perguntará: - mas não é só mostrar a carteira de identidade e tá feito o carreto?! Pois sim, bastaria o documento de identificação para alcançarmos pela segunda vez no dia terras argentinas. Nosso problema, porém, foi o fato de que este que lhes escreve havia deixado sua identificação em Porto Alegre. Iludidos pela facilidade em cruzar a fronteira de Uruguaiana-Libres, seguíramos sem receio (e sem dar entrada no Uruguay) rumo ao sul. E foi ali que descobrimos que a história não seria assim tão simples. Era preciso, portanto, tomar uma decisão. Anoitecia e nossos corpos ansiavam por um leito e por livrar-se das pesadas mochilas suportadas ao longo do dia. Podíamos então pernoitar em Bella Unión, com a esperança de no outro conseguir algum tipo de embarcação informal. A outra opção era seguir ainda mais ao sul até a próxima ponte, na cidade de Salto, a 160 Km dali. Lá tem ponte, pensamos, a atravessaremos caminhando, triunfantes e ilegais, como o fizéramos em Uruguaiana. Compramos as passagens e à espera do ônibus nos envolvemos na verde alegria de uma ponta guardada com zelo. E foi assim que o acaso nos levou, cansados e sonolentos, à segunda maior cidade do Uruguay.
Salto foi surpresa e encanto imediatos. Nós, que dessa cidade só conhecíamos o nome, nem a havíamos incluído no itinerário. Aproveitando o presente do acaso, logo havíamos nos instalado no Hotel Argentina (en la calle Uruguay) saímos a degustar a cidade. Nada de muita grandeza, como é costume no país. Suficiente tranquilidade e infinitas casas centenárias de um ou dois pisos. E também a costa do Uruguay (com o porto antigo e repleta de áreas verdes), em frente à argentina Concordia, na outra margem. Isso sem falar que em nossa primeira hora no lugar topamos com o Festival Internacional de Acordeones, grátis e na joia neoclássica que é o teatro principal da cidade. Nossa estadia em Salto foi permeada pela contemplação da vizinha do outro lado, pelos desfrute das ruas locais e pelas tentativas frustradas de chegar à Argentina. A ponte saltenha é bem melhor vigiada que a uruguaianense. E melhor, neste caso, era para nós pior. Depois de três dias, e após tentativas mil de chegar ao outro país, terminamos recorrendo a indicados pescadores matreiros, habitantes de ranchos da margem do rio, afastados da cidade e praticantes eventuais do chibo (contrabando, jovens). Os rudes anfitriões nos receberam magistralmente em seus ranchos de chão batido e até cozinharam para nós. Nos prometaram que apesar do vento forte poderiam fazer a travessia para a outra banda assim que o rio se acalmasse. Mateamos, esperamos, comemos e nos defumamos na cozinha (cozinha?) que era o único sítio com temperatura habitável por lá (gracias ao foguito de chão). Depois disso, mais espera, até que os pescadores se emborracharam o suficiente para tombarem na cama do rancho, onde antes pisoteavam seus cuscos de patas barrentas. Desistimos então daquela travessia e decidimos voltar à fronteira permeável de Libres. E é por isso que nossos passos regressaram a la Triple Frontera.
O percurso entre Salto e Bella Unión foi uma vez mais demorado. Os 160 km pareciam alongar-se a cada sobe-desce de passageiros. E foram muitos. A chegada, dessa vez, foi à noite, e nos acompanhava a dúvida sobre qual seria nosso lar naquela noite. Empezinados, tenteamos outra vez algum barco que nos levasse sem a obrigatoriadade dos documentos a Monte Caseros. Em vão. O jeito mesmo era voltar para Uruguaiana, e sabíamos que só no dia seguinte haveria ônibus. Saímos portanto em busca de uma acomodação modesta, apertando campainhas de pensões indicadas, que quando de fato existiam estavam já lotadas. Em uma dessas casas que alugavam quartos a forasteiros (sobretudo na época da colheita da cana, cultura importante no Departamento de Artigas, onde estávamos) fomos recebidos por um simpático jovem, cheio de uma malandragem fronteiriça recheada de gírias do português. Lá tampouco havia vagas. Seguimos em nossa vã tentativa de encontrar um leito, mas a única coisa que encontramos pela rua foi o próprio guri que nos recebera na pensão improvisada de sua avó. E é aí que a criatura, sem mais nem menos, nos oferece pouso em seu quarto. Receosos, fomos conferir a gratuita hospedagem. O cômodo era uma meia-água apartada da casa da família (a algumas quadras da praça central). As paredes eram rabiscadas sem muito critério, o que me recordou o ambiente de certos diretórios acadêmicos que conheço. Havia também um cartaz do festival Pilsen Rock que cumpria a função de porta para o banheiro, além de adesivos e recortes de bandas roqueiras espalhados pelo cômodo. O anfitrião logo nos acomodou na cama de casal (que era quase o único móvel que cabia na peça) e iniciou sua dissertação acerca de seus gostos musicais, entre eles, e com grande destaque, estava a banda Charlie Brown Jr, cujos cedês já rodavam no rádio, em volume ensurdecedor. Tentamos ser simpáticos com o generoso nativo e acho que até conseguimos. Ouvíamos com cínico prazer a voz do Chorão e a biografia do rapaz, que segundo relato próprio já vivera em Montevideo como exitoso vendedor de roupas de marca. A aventura na capital, nos disse, teve fim devido ao drámatico envolvimento que tivera com a pasta base, um desses restos de cocaína (como o paco ou o crack) que fazem a alegria e a ruína de certos jovens. Fomos convidados também a contemplar a parte interna de sua boca, escurecida pelo antigo hábito, além de sua peculiar coleção de sementes. A falta de afinidades foi compensada pela buena onda mútua, e a noite conjunta fez-se divertida, em grande parte devido aos encantos da erva amiga compartilhada pelo anfitrião. E na primeira hora da manhã, quando despertávamos para rumar à Barra e depois a Uruguaiana, o amigo acorda e nos diz: - no quieren fumarse uno antes de irse? Era ainda 7 da manhã e recusamos, cheios de juízo. O caminho à Libres ocorreu sem imprevistos e finalmente seguimos viagem rumo ao coração de la República Argentina.

20 septiembre, 2010

Himno Riograndense

Como el alba precursora
del faro de la divindad
fue el veinte de septiembre
el precursor de la libertad

Mostremos valor, constancia
en esta impía e injusta guerra
sirvan nuestras hazañas
de modelo a toda tierra

Mas no basta pa' ser libre
ser fuerte, aguerrido y bravo
pueblo que no tiene virtud
acaba por ser esclavo

02 septiembre, 2010

¡ah periodismo!...

...Agora que chego ao final me pergunto, meio temeroso: O Diretor não me dará uma bronca por esses meus apuros? Faz uma semana que me reclama, paternalmente, a crônica adiantada. Eu lhe digo que sim, e me escapo quando se descuida, porque senão me pega, me faz sentar, e terminar a famosa crônica adiantada. E o pior é que não posso negar que tem razão. A farei esta noite.
Porém, não. Faz duas noites que durmo sete minutos e meio e ah jornalismo!... No entanto, diga-se o que se diga, é lindo. Sobretudo, se tens um diretor indulgente, que o apresenta às visitas com estas eloquentes palavras: - O vagabundo do Arlt. Grande Escritor.

(Una excusa: El hombre del trombón, in Aguafuertes Porteñas, Roberto Arlt)

17 agosto, 2010

Cierto

allá lejos de los seres mágicos y los anillos
de las promesas y las películas de final feliz
están las almohadas borrachas que se aplastan
por cabezas libres que sostienen sonrisas

allá lejos de mis amores que fueron eternos
y de los versos nunca escritos en las cartas
duerme mi alegría tan roja de vino tinto
con mis carcajadas que pocos escucharon

de allá tan lejos viene a visitarme mi vida
aún enorme porque casi ha vivido poco
podrida llega de mis proyectos rotos
linda viene a golpearme o besarme la cara

05 agosto, 2010

Nesta vida só é livre quem deu na pleura.

16 julio, 2010

Vuelvo a tomar aire
para saludar otra vez
a Buenos Aires

24 junio, 2010

Pelea

intentando sacar de encima lo que duele
casi fuerte y bastante confiado
miro a mis manos y a mis años
pocos, como mis dolores y rencores
muchos, para cantar sin pausa

buscando fuerza, y la belleza de las cosas
de las que queden, más adentro que mis tripas
de las que quemen, lindas puras para siempre
salgo estropeado de la pelea propia
que sin coraje o miedo he comenzado

21 junio, 2010

Hoje

Bem-vindo, hermano. Já faz tempo que te espero, já faz tempo que te anuncias. Nos veremos pelas esquinas desta cidade, pelos cafés que acolhem, pelas taças tintas compartilhadas. Bem-vindo, inverno.

13 junio, 2010

Cristalina

límpida y transparente
casi diría pura
bajo un viento que ni te cuento
bajo cariños de noche oscura
límpida y transparente
casi diría pura
como el agua del mar del cabo
como una primera cita al acaso
como la línea de su cintura

08 junio, 2010

Por la noche

Es decir, entre una seca y otra me tragaba blue notes de jazz y la voz negra de viejos negros jodidos y maravillosos. Dentro de poco me voy, dijo, y se quedó: más risas, más copas, más cigarrillos rubios en manos morenas. Ya nos habían subido los tragos y qué sentimental me pongo con vino tinto y tan sinuosa muchacha a mi lado. Salimos y la noche era una fiesta, una tribuna de circo, una cancha de fútbol, el velorio de un dictador, y ella caminando sin prisa a mi lado con un brazo en mi cuello y el otro en el cuello de cierta botella de Chile, largo y angosto Chile, largo y angosto y bello como su cuerpo. Los besos rojos de la botella le calentaban y creo que los míos también, de a poco esas caricias carménère le provocaban diabólicos divinos escalofríos. El más lindo de los espectáculos delante mis humildes ojos de borracho andariengo en la noche fría de buzos y abrazos.
Seguían los pasos y las citas y alguien trajo una guitarra - ¡qué lindo canto de madera tenía! - y como si nada cantamos todos viejas y nuevas canciones que volaban alto por el cielo sin estrellas, volaban como gorriones de ala rota pero bastante alto y los vecinos nos puteaban por sus ganas de dormir. Cómo duermen los vecinos, che, y no nos importaba mucho pero nos tocó caminar más y más, entre otras gentes y botellas y guitarras, sobre otras veredas y adoquines humillados por los ya viejos remiendos de asfalto. Volábamos de bar en bar, de calle en calle, de beso en verso, y el camino no nos tendía roja alfombra sino la colcha de hojas otoñales que pisábamos, yo, ella, ellos y otros bohemios y otros mendigos y en esa noche hasta los humillados se reían y hasta las sombras brillaban o por lo menos era lo que yo veía con aquel poema flotando a mi lado.

31 mayo, 2010

Pájaro sin Luz

Um verso do Lupicínio batendo a 200 por hora na minha cabeça, a náusea e o aperto do peito, com a perdão da aliteração (e agora da rima). As horas da semana gastas em devaneios e saudade, com os planos que começo a guardar embaixo da cama ou sobre o armário, nesses lugares que ninguém olha, lugares de coisas esquecidas e de coisas que se esquecerão. Cada instante do amor imaginado nos últimos dias era pra ela, secreta e mentalmente remetidos por mim pra mesma pele canela e pro mesmo cabelo castanho e pras mesmas perfeitas imperfeições do mesmo corpo que o meu apertou mil vezes com um amor que eu quase não tenho. Cada espaço vazio na minha cama foi um tango, todo verso me saiu torto, todo cheiro perfumou menos que aquele. Ah, se eu entendesse desses assuntos, ah, se as contradições da vida não pesassem uma tonelada. Vida, pisa devagar. Meu coração, cuidado, é frágil. E nem sei em que bar posso encontrar um sonho, uma ilusão bem grande de cinema, uma manhã de mergulhos sonolentos no lençol, o corpo chiquitito confundido no meu, y me duele porque con un dedo toqué el borde de su boca, con el borde de mi boca toqué el borde de su boca, tantas miles múltiples inmensas veces. Con Cortázar y vino tinto, con Benedettis y visitas, con caminatas y viajes, con barcos hundidos y fríos faros del Sur, se murió de tristeza mi patria de almohadas, se prorrumpieron dos ríos plateados por mi cara. ¿Después? Qué importa del después.

23 mayo, 2010

Quizás porque sus palabras hablan de viajes y exilios y de costumbres que siendo suyas también son mías, quizás porque me tiran tanta belleza y tanto misterio en la cara, misterios de pozo hondo, de niebla, de niebla. Quizás porque a cada página me nace una risa o una lágrima o una duda o la sensación de sentirme maravillosamente engañado. Quizás porque jugar sea lo que nos quede, viejo.

20 mayo, 2010

Sitio

Y dónde habrán metido aquellas noches en que una muchacha esperaba en la esquina fría, con ojos y bufanda oscuros, entre los autos salvajes y el viento?

11 mayo, 2010

Volta

o cheiro velho de qualquer livro
traz à tona, transporta ao presente
as palavras, o rosto, o tempo
a Rua da Praia, e céu e vento
que as linhas de um Erico me fizeram conhecer

caminho na neblina
da cidade que é outra
e a mesma.

10 mayo, 2010

Al carajo la pecera

me creen pez de color ya loco
peleado con su reflejo de aletas rotas
pez de color sin color y viejo
(no se imaginan mi corazón de tiburón
y mi vocación a la rima tuerta)

a la costumbre del menosprecio
le agarré un trompazo
y salí vivazo echando vistazos
a las piernas del pueblo

haciendo cuna en departamentos ajenos
nadando libre en el mar de sábanas
de los hoteles baratos donde me conocí
más suave que una raya bolada.

05 mayo, 2010

Sopro

querem ser vento
minha pele e meu cabelo ao vento
com rumo incerto sair
levando cheiros e folhas

tocar outras peles e outros cabelos
varrer nuvens pintando estrelas
levantar saias e empurrar velas
girando como a Terra
ou fazendo a própria girar.

29 abril, 2010

Le vi llegar

En un bar tan viejo de esos
nosotros y acordes de tango
viniste a buscar mis besos
yo qué di, ni amor ni un mango

parados delante el mostrador
esperamos la calma y la solución
pero nada, che, sólo el dolor
un gran quilombo y una canción

bajo la luz, sintiendo nomás la vida
vi llegar, de afuera, mi otra gurisa
y ahí pensé: qué situación jodida
se rompió el bandoneón y cesó la brisa

temporales, peleas, encrucijadas
eso es lo que a mí tocó
miles de noches barajadas
nostalgia y un gotán: lo que quedó

Uno más de la serie Gotán Grasa.

26 abril, 2010

Chove

intermináveis infinitas gotas puras
escorrem com gosto e pressa nenhuma
pela totalidade de folhas e telhados

o céu é uma enorme colcha branca
a cidade, verde e gris, criança com frio
pessoas-formiguinhas caminham abrigadas
em solenes guarda-chuvas negros

tudo descansa e a harmonia é aqui.

20 abril, 2010

Sin apuro

Perdido en observaciones crepusculares
mirando faroles que se prenden
sombras estiradas de ramas
y primeros murmullos de noche
llego tarde a la contemplación de los atardeceres

pero todavía a tiempo de espantarme
con el anaranjado espectáculo de los cielos.

16 abril, 2010

Desfolhada

Me esperava e os cabelos cor de folha seca dançando com o vento. Abraço preciso pelas costas, boca na nuca, boca na boca, luz crepuscular. Olhos dela que riem, meus que absorvem a imagem daquele rosto moreno dourado de sol. Caminhada entre jovens, acadêmicos, transeuntes frenéticos, conhecidos. Passaram rápido os passos até a porta do prédio. Sinfonia de ruídos urbanos e voz calma no ouvido, jogo de palavras tênues e motores fumacentos. Nós subindo a escada e o abraço mais forte, o beijo mais molhado e a porta do apartamento que se fecha, quase simultânea à roupa forrando o chão.

29 marzo, 2010

Paralelo 35

Otra vez la pintura azulada del mar bajo la cuesta, las esquinas grises, la mirada de los viejos plátanos y de los viejos señores en las plazas. Las luces de la Avenida, el pasado que imagino, los fogones de calentados parches, el aire del sur que me golpea la cara, la tristeza y el orgullo. Estudiantes y veredas, mates y copas, barrios olvidados y pintados chiquilines. Escenas de un segundo hogar.

22 marzo, 2010

Préstamo

señores poetas
préstenme sus versos
los más puros
los más lindos
los más precisos
para decirle hoy
que le quiero
más que al viento.

15 marzo, 2010

La noche murmura.



¿Por qué me quedo tanto tiempo
mirando el río
profundo como un cielo
sobre el cual se recortan
unas ramas oscuras perfiladas de plata?

10 marzo, 2010

Fábrica de Mentiras



08 marzo, 2010

Passos

Nasce trepando as árvores e o céu uma lua parcial que toca a lente viva do meu olho. Noite jovem de março que avançou sobre um dia de preguiça. Me dedico hoje à sagrada festa dos copos e das vozes que se cruzam, cortadas por risos e saudações. Cada canção será dança; cada dança, abraço. Pés que pisam folhas, pássaros que dormem, árvores que balançam acariciadas pelo vento. Repito certos rituais quase velhos, recordo outras noites e outras noitadas, caminho pelo chão de pedra da minha cidade, território soberano dos meus passos. Nem a ruína de mil séculos ou as águas elevadas do Atlântico vão apagar a névoa mágica dos sentidos, que me envolve quando caminho sob a lua úmida de Porto Alegre.

03 marzo, 2010

Igual

Todavía se escriben poemas de amor
y todavía está la hora de la siesta
(con sus viejas calles soleadas).
los abuelos son otros, pero también están
y el ruido de los niños cuando juegan
y el ruido de los amantes cuando juegan
y las ganas de contarse todo esto.

02 marzo, 2010

Existiendo

baile de nubes, juego de relojes
vida y tiempo pasando sencillos
gente viviendo como estaciones del año

paisajes amplios de viento
luz de estrellas y agua de la tierra
la soledad como método.

01 marzo, 2010

Espera

Quemando puchos y horas
solo en un cuarto de hotel
me acompaña un gato embotellado
y un par de hojas de papel

Tabaco, mate, vino y lluvia
los gustos de la tarde.

01 febrero, 2010

Lluvia con Sol

Fumando na chuva vejo o sol
caminhando na chuva vejo a cidade
murmúrio de gentes, alegria da gente
garrafas na calçada molhada
copos e corpos nas mãos
e a inacreditável paz do Alto da Bronze.

30 enero, 2010

Haiti

Há - ainda - um país pequenito e cálido onde o sol se exibe refletido no azul do mar. O vento - ainda - acaricia suas delicadas palmeiras de densas matas tropicais.
País teimoso que se fez pátria, a primeira da América Morena, terra negra destroçada fodida e abandonada pelo mesmo povo que guilhotinava seus tiranos.
Território da miséria e da dor, onde até a terra treme de medo e onde sobreviver é uma quimera.

29 enero, 2010

Tango de Dos Voces

A mi corazón le di un apodo
a mi corazón le llamo Camila
pero ¿cuánto cuesta, che,
por cuánto sale una Sofía?
¿Una tarde soleada?
yo te pregunto
pregunto por el amor - el sencillo
que a mi lado, como un hermano
ha llorado tantas noches

Porque ya lo he aprendido
cuando cae el maquillaje
y las ropas y las voces
se quedan mis dedos fríos
y tu cuerpo, mi refugio

¿Qué hago? Late mi pecho
y en tu cuerpo, el olvido
Mi loco amor - el corazón jodido
muere en mi pecho - no vale
esa noche, con vos, con él
silencio, silencio que besa tu boca
boca que llora - el amor
El amor perdido, podrido

Y hoy, por vos, mi amor olvidaría
olvidaría el mundo
¿Cuánto vale, pues, una Sofía?
(¿y una Camila?)
Nada más que nuestros versos vivos.

Uno de los temas nacidos entre las copas, puchos y pasos de Don Cabrera y yo.

19 enero, 2010

Me acuerdo del Club de la Serpiente, o de la Bívora, y del fernet barato con coca, además de otras cosas. Una pieza chiquita y oscura, alfombras, velas prendidas, almohadones y otras cosas blandas en (con) que acostarse. El gusto por cosas viejas, vinilos amontonados, media luz, piezas de reposición de toda clase, la voz nasal de un cantor de Brasil y un par de comentarios que me asquean.

14 enero, 2010

Aquellos aires

Un porro en San Telmo a las cuatro de la mañana. Un mate en la Plaza Lavalle. Un gotán oculto en Almagro y un partido de fútbol. Gardel y Calamaro borrachos cruzando Corrientes. Borges ciego caminando por Palermo. Cortázar tomando un cortado en el Café London. Los ladrillos de vidrio del Subte. 30000 voces calladas y empecinadas pancartas. Un paquete de Cruz de Malta. Una terraza y dos copas de vino mendocino. Genios y pelotudos. Las locas de la Plaza de Mayo y el derecho de decir. Arrabales y cuchillos, árboles y barrotes. La llanura. El riachuelo y las manzanas simétricas. El agua oscura del río-mar. Y ahora vos.
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